
GOTITA DE AGUA
Este era un pobre campesino cuya única riqueza consistía en un pequeño campo sembrado de maíz. Trabajaba todo el día en él, arrancando la hierba y enderezando las matas. El campesino estaba triste porque, por falta de agua, las milpas estaban marchitas y temía que se secaran. Un día, mientras veía el cielo con tristeza, desde una buena nube dos gotas de agua lo miraron y una de ellas le dijo a la otra:
-El campesino está muy triste porque sus milpas se mueren de sed. Quiero hacerle algún bien.
-Sí - contestó la otra-, pero piensa que eres sólo una gota y no conseguirás humedecer siquiera una mata de maíz.
-Bien -replicó la primera-, aun cuando soy pequeña haré lo que pueda.
Y al decirlo se desprendió de la nube. Aún no había llegado a la tierra, cuando otra gotita dijo:
-Yo iré también.
-Y yo, y yo - gritaron muchas gotas.
A poco, miles de gotitas caían sobre las milpas en ruidoso aguacero. Las milpas, agradecidas, se enderezaron enseguida y el campesino obtuvo una cosecha abundante de maíz. Todo porque una pequeña gota de agua se decidió a hacerlo lo que podía.
Carmen Norma

Ricitos de Oro y los tres ositos
Ricitos de Oro y los tres ositos
Autor : Desconocido
Ricitos de Oro y los tres ositos
Había una vez tres osos
que vivían en el bosque:
Papá oso, mamá osa
y el pequeño osito.
Un día Ricitos de Oro se perdió
en el bosque y descubrió
la casa donde vivían los tres osos.
Cuando los osos no estaban,
Ricitos de Oro entró a la casa
Ricitos de Oro probó la sopa
del plato grande.
-¡Ay! -gritó-. Esta sopa
está muy caliente.
Ricitos de Oro probó la sopa
del palto mediano.
-¡Brrr! Está sopa esta helada.
Ricitos de Oro probó la sopa
del plato pequeño.
-¡Mmm! Esta sopa está deliciosa.
Y se la comió toda.
Después de comer, Ricitos de Oro
quiso dormir un poco.
Se acostó en la cama grande y dijo:
-¡Está durisima!
Entonces se acostó en la cama
mediana y dijo:
-¡Está muy blanda!
Por último, se acostó
en la cama pequeña.
Era tan cómoda
que se quedó dormida.
Los osos regresaron a su casa.
Papá oso dijo:
-¡Alguien ha probado mi sopa!
Mamá osa dijo:
-¡Alguien ha probado mi sopa también!
El osito dijo:
-¡Alguien se ha comido toda mi sopa!
Los tres osos, tristes y hambrientos,
decidieron irse a la cama.
Papá oso dijo: -¡Alguien ha dormido en mi cama!
Mamá osa dijo: -¡Alguien ha dormido
En mi cama también!
El osito gritó: -¡Alguien está
durmiendo en mi cama!
Ricitos de Oro despertó.
Al ver a los osos saltó de la cama
y salió corriendo sin parar.
Fin.
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